ECOS DE USUARIOS: “UNA TARDE MUY MUSICAL”, POR JULIA LARRAURI
Multitud de acciones de voluntariado, colaboración en eventos públicos, Clubs de Lectura Fácil inclusivos, participación en eventos culturales y de ocio, Charlas divulgativas… Durante los últimos años, los diferentes servicios de Apdema vienen impulsando iniciativas inclusivas y fomentando la participación social como forma de desarrollo personal y vehículo para la ansiada inclusión social de las personas con discapacidad intelectual.
Este verano, siete personas usuarias de los grupos de autogestores con el apoyo técnico de su responsable, Amalia Andrés, han tomado parte en el programa municipal “Actividades al aire libre”. Concretamente, el pasado 4 de septiembre, asistieron al concierto que el grupo “Los misterios” ofreció en los exteriores del Centro Cívico Zabalgana.
A continuación os dejamos con la crónica que nos ha hecho llegar Julia Larrauri sobre su experiencia junto a sus compañeros Jesús, Maite, Rufino, Carlos, Aitor y Pedro.
El Ayuntamiento ha organizado este verano “Actividades al aire libre”.
Nuestra persona de apoyo nos consiguió las invitaciones por internet.
Este verano especial, Amalia ha estado mucho con nosotros
y nos ha ofrecido cosas nuevas y diferentes.
Había muchas actividades pero ya se habían acabado las entradas.
Yo sólo he ido a un concierto pero otros compañeros han hecho más cosas.
Nos organizamos un grupo de 7 compañeros:
Jesús, Maite, Rufino, Carlos, Aitor, Pedro y yo.
Fuimos al concierto de “Los misterios” el 4 de septiembre.
Era en el Centro Cívico Zabalgana que está muy lejos.
Los compañeros quedaron y cogieron un autobús en la catedral.
Pedro y yo fuimos en taxi adaptado.
Llegamos todos a la vez y nos mirábamos.
Nuestras miradas reflejaban el miedo que teníamos.
Para todos nosotros era la primera vez que íbamos a ese lugar.
Actuaba el grupo musical “Los misterios”.
Son cuatro componentes y sólo tocan música.
Es una música muy alegre que te contagia.
El que tocaba el teclado parecía que iba a romper las teclas.
Yo bailaba en la silla y algunas personas más también.
Uno de los músicos tenía la pierna derecha escayolada
y no la podía apoyar.
El concierto terminó a las nueve y cuarto.
Pedro y yo volvimos casa otra vez en taxi
y nuestro compañeros cogieron el autobús.
Nosotros tomamos algo en el Toba antes de ir casa
para sacar a nuestro perro Lagun.
Fue una tarde distinta y yo estuve muy a gusto.
Julia Larrauri