APDEMA PROTESTA POR EL TRASLADO DE RESIDENCIA DE DOS USUARIAS
La Junta Directiva de APDEMA, en reunión celebrada el pasado lunes, 28 de julio, tomó la decisión de hacer públicos su malestar y enérgica protesta por la decisión unilateral del Instituto Foral de Bienestar Social alavés de trasladar el lugar de residencia de dos usuarias de la asociación.
Los traslados a sendos centros de Tercera Edad, contrarios a la voluntad de los familiares y tutores de las mujeres afectadas y a la recomendación de los técnicos de APDEMA, supondrán que las usuarias afectadas sean desplazadas de su entorno natural, social y familiar dificultando el contacto con sus más allegados, con la consiguiente pérdida de calidad de vida y atención.
Así mismo, la Junta Directiva quiere denunciar los modos empleados por el Instituto Foral, adoptando las citadas medidas de forma prematura e intransigente. Sin duda, creen que la imposición no puede ser el criterio de actuación. Consideran que las necesidades de los usuarios y usuarias de APDEMA no se improvisan; se detectan, se comparten y se desarrollan en base a criterios de previsión, organización, planificación y actuación; y siempre con el objetivo de procurar la mayor calidad de vida a las personas con discapacidad intelectual.
A pesar de ser casos muy diferentes, en ambos subyace el mismo problema: su vulnerabilidad. F.R.G., de 85 años de edad, y M.S.G., de 69; residen en el Hogar de Grupo Mariturri desde hace 31 y 25 años, respectivamente. Los traslados decididos, a las localidades de Amurrio y Bernedo, afectarán notablemente a su bienestar emocional, al verse alejadas de sus entornos de seguridad, donde han formado sus lazos de amistad, sus hábitos y costumbres diarias. Inevitablemente, este desarraigo llevará consigo alteraciones en su estado de ánimo y comportamiento, que cercenarán su calidad de vida, con el agravante de que las familias no han sido escuchadas, ni su opinión tenida en cuenta. Adjunto os dejamos la reveladora opinión de Javier Tamarit, Director de Calidad de FEAPS, sobre el envejecimiento y la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual. Pincha aquí.
En el caso concreto de M.S.G. se da la circunstancia de que, aun no presentando deterioro alguno en su estado físico y anímico, el IFBS contactó con la familia motu propio para proponer su traslado– sin decir a Amurrio–, alegando mejoras en la atención y mayores perspectivas de futuro. Su tutora, que ha expresado por escrito su negativa al IFBS, manifiesta sentirse engañada durante el proceso, que define como lleno de medias verdades y subterfugios.
Esta forma de trabajo contrasta con la política habitual de traslados de los últimos años, en los que las decisiones eran consensuadas conjuntamente por el Instituto, técnicos responsables de APDEMA y familiares de los afectados, incluso con el actual equipo de gobierno del ente foral. De hecho, esta metodología suponía varios meses de tramitación del expediente, lo que contrasta con la desmesurada rapidez con la que han sido ejecutados los casos que nos ocupan. Desde la Junta Directiva no alcanzan a entender la premura del proceso.
Ante esta situación, el equipo directivo de APDEMA se cuestiona sobre los principios de solidaridad, accesibilidad y cohesión social que rigen el Decálogo del Área de Personas con Discapacidad del Instituto Foral de Bienestar Social alavés, especialmente en lo concerniente al trabajo en equipo de su punto uno; la calidad de vida de las personas en su entorno natural, familiar y social citado en su punto dos; o la oferta de apoyos ajustados a las necesidades de cada persona citado en su punto cinco; entre otras.
Es por todo esto que desde la Junta Directiva manifiestan su firme propósito de continuar velando por la calidad de vida de los usuarios y usuarias de APDEMA, por lo que no van a tolerar actuaciones impositivas de este tipo. No obstante, como es norma y costumbre en la asociación, muestran su disposición a resolver este asunto de forma consensuada con los responsables forales.
