Con Jon participar es más fácil

Con el apoyo de personas como Jon, entrenador del equipo de natación de APDEMA, la participación social de las personas con discapacidad intelectual es más fácil. Su papel como “mister” de nuestras usuarias y usuarios va mucho más allá de la formación y práctica deportiva. Durante más de 20 años viene enseñando a personas con discapacidad intelectual, como Laura, a crecer deportiva y personalmente. A valorar la importancia de participar, del juego limpio. A entender que los límites son los que se marca uno mismo, no los demás.

Con la ayuda de personas como Maxi, Médico de Familia del Centro de Salud de Zabalgana, el cuidado de la salud de nuestras usuarias y usuarios resulta más fácil. Participante, junto a Maite, en nuestro Programa de sensibilizacion al personal sanitario, Maxi destaca por un trato cercano que facilita la relación con sus pacientes, a los que transmite tranquilidad y confianza. Siempre abierto a preguntar y ser preguntado, se expresa con un lenguaje llano y sencillo, sin tecnicismos.

Personas como Elena, dinamizadora de los Clubs de Lectura Fácil de APDEMA, hacen que el acceso a la cultura de las personas con discapacidad intelectual sea más fácil. Desde 2014 viene contagiando a usuarias y usuarios de APDEMA, como Txema, su pasión por la literatura. En sus Clubs siempre se respira un clima en el que las diferencias se vuelven insignificantes y lo que prima es el disfrute y la pasión por las historias. Sesenta minutos de lectura compartida en los que compartir ideas, conocimientos... pero sobre todo placer por la lectura.

Ofrecer soluciones de movilidad a nuestras usuarias y usuarios resulta más fácil con la ayuda de personas como Alain, voluntario y miembro de la Junta Directiva de Apdema. Los fines de semana comparte su tiempo libre con usuarios de Rioja Alavesa, como Javi, a los que ayuda a desplazarse en busca de nuevas alternativas de ocio. Un museo, un evento deportivo, una película, una ciudad... si se trata de disfrutar del tiempo de ocio de manera provechosa, Alain siempre está dispuesto a ayudarles a “moverse”. No importa donde o cómo desplazarse.

Gracias a personas como Iñigo, voluntario de Apdema, la comunicación resulta más fácil para las personas con discapacidad intelectual. Desde 2014, Iñigo es un referente de valor incalculable para usuarios del Valle de Ayala, como Esther por su talante amistoso. De verdad, del bueno: sincero y desinteresado. Poniendo esmero y dedicación. Sin importarle repetir o explicar a nuestras usuarias y usuarios aquello que no entienden, tantas veces como sea necesario. Siempre con una actitud positiva, buscando el lado constructivo y positivo de las cosas, de la vida.

Personas como Marina hacen que el disfrute del ocios sea más fácil para nuestras usuarias y usuarios. Al calor de unos fogones, Marina comparte confidencias y consejos con personas con discapacidad intelectual como Lidia. Esta joven voluntaria de Vitoria-Gasteiz enseña cada fin de semana no sólo habilidades culinarias, sino también destrezas sociales que ayudan a nuestras usuarias y usuarios a adquirir mayor autonomía, a relacionarse adecuadamente con el entorno y a disfrutar al máximo de la vida. En sus recetas nunca faltan generosas dosis de buen humor y cariño.