ECOS DE USUARIOS: “AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS”, POR JOSEAN MENDIBIL Y SUS COMPAÑEROS DE COLEGIO
La educación es un proceso de socialización y preparación de la persona para la vida en sociedad, lo que requiere de aprendizajes muy diversos, de conocimientos, habilidades, normas y valores. Dentro de ese proceso formativo, la escuela es una de las instituciones sociales más importantes y es imprescindible para favorecer la inserción de las y los niños en la sociedad como adultos responsables, también para las personas con discapacidad intelectual.
Recientemente, las personas que forman el grupo de autogestores de Amurrio dedicaron una de sus sesiones de trabajo en grupo para rememorar y valorar su etapa escolar. Y, como nos explica Amalia Andrés, responsable de los grupos de autogestores, “la experiencia fue tan positiva y emotiva que compartieron su experiencia con el resto de grupos de autogestores. La acogida fue tan buena entre las personas que fueron al Colegio de Educación Especial de Arkaute que han recogido testimonios y fotografías de su paso por allí”.
A continuación, os dejamos con la crónica escrita por Josean Mendibil que recoge sus recuerdos y los de sus compañeras y compañeros junto a las fotografías recuperadas por Maite garlito y Josean Baroja.
AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS
Soy Josean Mendibil y muchos me conocéis.
Hasta los 7 años estuve en un colegio normalizado.
El director llamó a mis padres para explicarles mi situación:
no seguía el ritmo de mis compañeros en clase
y nos recomendaba ir a un colegio de Educación Especial.
La oferta era Santa María del Yermo en Llodio o Arkaute en Vitoria.
Mi familia no lo pensó dos veces y me llevaron a Arkaute.
El primer mes lo pasaron mal porque yo estaba interno.
Yo iba a Vitoria el lunes por la mañana con mi ama
y un familiar que trabajaba en la Central Lechera Alavesa.
Allí cogía un taxi para ir a Arkaute.
Volvía a casa los viernes al terminar las clases.
En el colegio había alumnos internos como yo.
También había muchos que se iban a su casa cada día.
Había dos pabellones, los mayores y los medianos.
Yo estaba en el pabellón de los medianos.
La verdad es que fueron unos años inolvidables.
Una vez a la semana nos ponían cine.
Otro día íbamos a pasar la tarde a Gasteiz.
En Navidades hacíamos el amigo invisible.
Tengo muchas historias para contar, todas divertidas.
Una noche estábamos todos en la cama
y nos tuvieron que llevar al hotel cercano por aviso de bomba.
En verano se hizo un fiestón porque fueron los bomberos.
Nos hicieron una demostración de su trabajo.
También fue Gorriti con sus animales.
Algunos decían que la Fiesta de Estibaliz salió de allí.
Los últimos años íbamos en taxi porque estábamos más gente.
Yo pude disfrutar de Arkaute hasta los 16 años que fui a Pascual de Andagoya.
El Gobierno Vasco cerró el colegio para poner la academia de la Ertzaintza.
Desde aquí quiero recordar a todos los profesores que tuve:
Koldo, Piti, Nieves, Imelda y muchos más.
Yo no conservo fotos pero otros compañeros sí tienen.
Txetxu Fernández de Larrea también estudió en Arkaute.
Nos cuenta que tiene muy buen recuerdo del colegio
y la pena es que no conserva fotos.
Se acuerda de los nombres de varias profesoras: Nati y Begoña.
También habla de los compañeros que estaban internos
y que de vez en cuando les hacían rezar.
Lo mejor de todo es que conoció a un gran amor (Mª Mar).
Maite Garlito es otra alumna de Arkaute.
Ella conserva 3 fotografías que os enseñamos.
Nos dice que escribir esto ha sido un retorno a la infancia.
Recuerda su infancia conociendo amigos en los colegios.
Se acuerda del comedor con Txoni.
No te podías mover de la silla hasta acabar la comida.
Los ratos de recreo y las Navidades eran lo mejor.
Se vestían de neskas, blusas y pastores para hacer el Belén viviente.
Gracias por recordar mi infancia este año tan raro.
Josean Baroja fue de los primeros en inaugurar Arkaute.
Iba al colegio en autobús y se acuerda de varios profesores.
Gonzalo Bilbao fue un buen profesor para mí.
Andrés Sánchez era el profesor de deporte.
Nos llevaban al Estadio a clases de natación.
Lourdes nos enseñó a nadar.
Había varias monitoras que nos cuidaban en el patio.
Rufino Bejarano, Susana Moraza y Ana Rosa Alonso
tienen un recuerdo estupendo del colegio.
Algunos estuvieron desde los 12 años hasta que cerró.
Josean Mendibil y sus compañeros de colegio