ECOS DE USUARIOS: “NUESTRA VISITA AL HOSPITAL DE LEZA”, POR ELISA LÓPEZ DE BRIÑAS
Como os informábamos el pasado 7 de julio (Ver: Ecos de usuarios: “El silencio de Iñaki” ), el grupo 2 de autogestores cuenta desde primeros de año con la baja de Iñaki García, que arrastra una larga enfermedad que lo mantiene ingresado desde entonces en el hospital de Leza. Su ausencia se une a la triste y muy sentida pérdida de otro de sus miembros más veteranos el pasado mes de abril: Carlos Soto.
El pasado mes de agosto sus integrantes, que son una piña, decidieron hacerle una visita a su amigo enfermo. Así, con la ayuda de Amalia Andrés, responsable de los grupos de autogestores de Apdema, organizaron el viaje hasta la localidad riojanoalavesa. Finalmente, Kontxi, Baroja, Rufino, Pedro, Susana, Ana Rosa y Elisa pudieron visitar a Iñaki en un emotivo reencuentro del que Elisa López de Briñas nos ha hecho llegar sus impresiones.
Desde Ecos, en nombre de todas las personas que formamos Apdema, queremos hacer llegar a Iñaki nuestro ánimo y deseo de una pronta recuperación.
Los autogestores del grupo 2 nos hemos reunido desde junio.
Las reuniones han sido distintas
porque nos faltaban dos compañeros.
Carlos falleció en abril después de una enfermedad larga.
Organizamos un funeral en julio y le despedimos.
Ignacio está en el Hospital de Leza.
Estos meses hemos hecho varias video llamadas con él.
En una reunión en julio propusimos hacerle una visita.
Todos pusimos bote para hacerle un regalo.
Sabíamos que era difícil, pero lo hemos conseguido.
Amalia nos ayudó a organizar el viaje y tomar todas las medidas necesarias.
La fecha elegida fue el lunes 3 de agosto.
Viajamos 7 autogestores (Kontxi, Baroja, Rufino, Pedro, Susana,
Ana Rosa y Elisa) con Amalia en autobús.
Fuimos derechos al Hospital para ver a Ignacio.
La chica de recepción le llevó nuestro regalo a la habitación.
No podíamos entrar, así que esperamos en el jardín.
Ignacio se asomó a la terraza y hablamos desde allí.
Abrió nuestros regalos: un marco con una foto del grupo,
una postal, y el libro “Colores prohibidos” dedicado por todos.
Todos nos emocionamos mucho y nos mandamos besos.
Estuvimos diez minutos con él, parecíamos Romeo y Julieta.
Nos despedimos y fuimos a dar una vuelta por el jardín.
Aprovechamos para hablar entre nosotros.
Tuvimos que esperar casi dos horas al autobús de vuelta.
Ignacio volvió a salir al balcón cuando nos íbamos.
Para todos fue una experiencia muy bonita.
Algunos decían que fue duro y fuerte pero para repetir.
Ver la cara de Ignacio fue el premio para todos.
Si podemos, volveremos porque algunos compañeros no fueron.
Un abrazo muy fuerte para Ignacio.
Elisa López de Briñas