EXPERIENCIAS CON LA LECTURA FÁCIL, POR ELENA PIRIS
Una de las razones del enorme éxito de los Clubs de Lectura Fácil en APDEMA es la labor de las personas que los están dinamizando. Durante la celebración de los Clubs, nuestro equipo de dinamizadoras no sólo han transmitido a nuestras chicas y chicos su pasión por la lectura, sino que han creado el clima adecuado para que éstos disfruten y refuercen sus habilidades sociales. Durante este tiempo, los usuarios participantes nos han contado en primera persona cómo viven esta enriquecedora experiencia. Pero, ¿cuál es la visión que tienen nuestras dinamizadoras? Hoy os traemos la opinión de una de ellas, Elena Piris, responsable de los 3 Clubs que se han celebrado en el Centro Cívico El Pilar, en los que se han trabajado los libros “La calle 25”, “Trampa de fuego” y “Ana Frank: su vida”. Leyendo sus reflexiones dan aun más ganas de apuntarse.
Desde Ecos, aprovechamos para agradecer a nuestras dinamizadoras, Ania y Elena, su impagable labor. Enhorabuena, chicas.
EXPERIENCIAS CON LA LECTURA FACIL
La lectura siempre ha sido un placer, casi un vicio, para mí. Es algo que me viene de familia y tengo grandes recuerdos de tardes en librerías con mi madre, mi abuela y mi tía revoloteando por las estanterías hasta dar con el próximo tesoro. Además reconozco que es un placer que daba por sentado para todo el mundo, todo aquel que le guste leer pues leerá.
Por eso, para mí, la parte más impactante al adentrarme en el mundo de la lectura fácil fue darme cuenta de que esa no era la realidad, no al menos para ese 30% de la población con dificultades de lectura o de comprensión lectora. Así que cuando se me planteó la posibilidad de formarme en este tema y quizás en un futuro dinamizar un club no me lo pensé, de cabeza al asunto.
Hoy en día tengo la suerte de dinamizar el club de lectura fácil de Apdema, que ya va por su quinta edición. Cada jueves comparto con doce personas una hora de aventuras, secretos, protestas, injusticias, amores… pero sobre todo compartimos placer. Durante esa hora podemos evadirnos del mundo y viajar con nuestros protagonistas a otros países y épocas, protagonistas de los que hablamos como si fueran nuestros vecinos.
Aunque sin duda para mí la parte más gratificante es el momento en el que comienza la lectura y durante unos minutos puedo observarles mientras leen, se adentran en la historia y sin darse cuenta sonríen, fruncen el ceño, o se sorprenden a medida que transcurre la historia.
Es por esos momentos por los que debemos seguir luchando para que la lectura fácil sea una constante en sus vidas, bien sea en momentos de ocio, como en el club, o adaptando materiales y documentación que son necesarios para nuestro día a día.
Un saludo
Elena Piris