LOS GRUPOS DE FAMILIAS DEL VALLE DE AYALA RECIBEN LA FORMACIÓN DIRIGIDO A PERSONAS CUIDADORAS
Apdema somos una asociación creada por padres y madres de personas con discapacidad intelectual. Por eso, no podemos ni queremos perder nuestra identidad familiar. Los grupos de familias son una de las herramientas de trabajo y contacto directo con ellas. Y una referencia clave para continuar desarrollando y mejorando nuestros modelos de calidad de vida familiar.
El Servicio de Atención Psicológica de Apdema ha cerrado el año 2021 con su labor de formación y sensibilización en el valle de Ayala. Concretamente con una doble sesión formativa sobre “Resolución de conflictos asociados al cuidado de personas dependientes”. Las charlas, al igual que las impartidas en noviembre a las familias de Vitoria-Gasteiz, corrieron a cargo de Susana Martínez Iza, responsable de Formación y Servicios Socio-Comunitarios de la Cooperativa de Salud Ediren, y tuvieron lugar los días 14 y 21 de diciembre, en la Sala Multiusos del Ayuntamiento de Llodio, en horario de 10:30 a 12:30 horas.
El Servicio de Psicología de Apdema nos ha hecho llegar la siguiente crónica de la doble jornada formativa.
Tras realizar el mes de noviembre dos sesiones dedicadas al cuidado y reflexión de las personas cuidadoras y habiendo tenido una gran acogida por parte de las personas asistentes, APDEMA ha programado otras dos sesiones sobre la “Resolución de conflictos asociados al cuidado de personas dependientes” en las que poder abordar las situaciones que suponen un conflicto entre ellas y las personas a las que cuidan, y al mismo tiempo adquirir herramientas que les ayuden a disminuir la impotencia o incluso el sentimiento de culpa provocado por las mismas. Dado que dichas situaciones van generando en ellas un desgaste tanto físico como emocional, se ha optado por la creación de un espacio de reflexión en el que las familias han podido pararse y analizar las dificultades de su labor cuidadora, así como dotarse de herramientas que puedan aplicar en su día a día, aprender a decir “no”, combatir la culpa, etc. Todo ello ha posibilitado que las personas asistentes hayan disfrutado de un espacio en el que poder hablar, expresar cómo se sienten, sentirse escuchadas y aprender que la verbalización de los sentimientos ayuda en la resolución de los conflictos.