La vida independiente es un derecho reconocido para todas las personas, incluidas las personas con discapacidad intelectual.
Vivir de manera independiente es, fundamentalmente, tener la capacidad de decidir y escoger lo que una persona quiere, dónde, cómo quiere vivir, a qué se quiere dedicar y cómo llevarlo a cabo.
El programa AVI de Apoyo a la Vida Independiente proporciona a personas con discapacidad intelectual la oportunidad de desarrollar la capacidad de toma de decisiones en el ámbito de su vida autónoma. Ofrece el apoyo, la orientación y el acompañamiento necesario para mantener y mejorar la calidad de vida de las personas que quieren vivir de forma independiente.
Este programa, que está en marcha desde finales de los años 90 con la denominación de “Programa Solos”, con los años ha ido evolucionando hasta convertirse en el actual programa AVI.
La atención a las personas que forman parte del programa AVI se realiza por medio de una monitora de apoyo, prestando apoyo individualizado y personalizado a cada uno. La intensidad de los apoyos varía en función de las personas, circunstancias, situaciones ambientales y fases de la vida. Dicha intensidad es adaptada a las capacidades y limitaciones de cada persona.
Actualmente, en el Programa AVI se atiende a un total de 42 personas con discapacidad intelectual.
A continuación, te presentamos 3 ejemplos de personas usuarias de Apdema que disfrutan de una vida independiente con apoyos gracias al Programa AVI, pero hay muchos más:
· Primer día de trabajo a la manera de Blanca
· De compras a la manera de Ana y Juan
· Macarrones a la manera de Antonia y Consuelo
La Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad aprobada por la ONU 2006 y ratificada por el Estado Español (2008), inspira un modelo social de apoyo, no asistencial, favoreciendo la toma de decisiones en todos los aspectos de la vida, para lograr mayores niveles de autonomía personal desinstitucionalizada. Así se establece categóricamente en los siguientes artículos:
Artículo 3: Principios generales
El respeto de la dignidad inherente a la persona, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar las propias decisiones, y la independencia de las personas. Participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad, así como la igualdad de oportunidades.
Artículo 19: Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad.
Los Estados Partes en la presente Convención reconocen el derecho en igualdad de condiciones de todas las personas con discapacidad a vivir en la comunidad, con opciones iguales a las de las demás, y adoptarán medidas efectivas y pertinentes para facilitar el pleno goce de este derecho por las personas con discapacidad y su plena inclusión y participación en la comunidad, asegurando en especial que:
Las personas con discapacidad tengan la oportunidad de elegir su lugar de residencia y dónde y con quién vivir, en igualdad de condiciones con las demás, y no se vean obligadas a vivir con arreglo a un sistema de vida específico”.
Basándonos en estos principios, somos conscientes de que la falta de apoyos y entrenamiento en habilidades de autonomía personal y social, ocasiona que personas que potencialmente pueden vivir de forma autónoma e independiente, tengan que renunciar a esta posibilidad. Viéndose obligados a ser institucionalizados y asistidos en recursos donde no pueden desarrollar todas sus capacidades, además de no respetar sus derechos de elección, normalización e inclusión.
¿QUÉ AYUDA OFRECE ESTE PROGRAMA?
· Presta los apoyos necesarios a cada persona con discapacidad intelectual para que pueda vivir de forma independiente o aumentar su grado de autonomía e independencia. Esto se consigue fomentando la adquisición de habilidades mediante aprendizajes útiles para su desarrollo, incrementando su seguridad, confianza y autoestima, y manteniendo o mejorando su estado físico y de salud y fomentando la red de relaciones interpersonales con sus familias, amigos, compañeros, vecinos, etc.
· Previene o evita el internamiento innecesario, o la utilización de recursos más especializados, que con una alternativa adecuada pueden dar continuidad a su permanencia en el domicilio de modo independiente.
LOS PRINCIPIOS QUE INSPIRAN ESTE PROGRAMA
Igualdad de oportunidades para acceder a los bienes y recursos de la sociedad.
Inclusión social, participando en actividades diarias en el entorno en el que vive la persona.
Autonomía y Autogobierno, aumento de la capacidad de hacer y decidir.
Calidad de vida o equilibrio entre las expectativas y los logros de la persona.
Creación de un Sistema de Apoyo Personalizado para cada persona usuaria.
El Modelo de Calidad de vida plantea ocho dimensiones centrales que constituyen una vida de calidad: bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar material, desarrollo personal, bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y derechos.